Cómo saber si mi hijo está listo para dejar los pañales

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Con la llegada del buen tiempo más de un padre se preguntará si su hijo está listo para dejar de usar pañales.
Alrededor de los dos años los niños suelen adquirir la madurez necesaria para controlar los esfínteres. A pesar de ello, hay niños que no adquieren el hábito hasta pasado los tres años, lo que es del todo normal.

¿Qué señales indican que el niño está listo?

1. El niño tiene el control y el equilibrio suficiente para agacharse, sentarse y levantarse solo.
2. Puede diferenciar entre si está sucio o limpio y es capaz de comunicarlo a un adulto mediante palabras o gestos
3. Es consciente de que el pipí y la caca salen de su cuerpo, que no aparecen en el pañal por arte de magia.
4. Puede retener la orina unas dos horas. Esto lo sabemos comprobando si el pañal está limpio entre cambio y cambio.
5. Comprende lo que se le pide

Si todo esto se cumplen entonces nos podemos plantear sacarle el pañal, ¿cómo?

1. Enseñamos al niño a utilizar el baño. La mayor parte de los niños muestran interés por cómo los adultos o los hermanos usan el baño, quieren ser "niños mayores". Si nos sentimos cómodos dejando que los niños vean como nosotros utilizamos el baño, la imitación puede ser un mecanismo eficaz
2. Instauramos normas: el pipi y la caca se depositan en un lugar concreto, en ocasiones hay que aguantarse y en otras demos de ir al baño aunque el cuerpo no nos lo pida (antes de salir de casa) .. .
3. Como todo hábito, dejar el pañal quiere reiteración paciencia y un poco de ingenio.

Si no hay éxito quizás nos hemos precipitado y no hemos entendido que nuestro hijo todavía es inmaduro. Sólo hay que esperar.

  

Algunos padres usan el llamado "método captura". Cuando ven que su hijo adoptan una posición que ellos interpretan que es ir al baño, corren a sentarle en el orinal. El mismo proceso fisiológico hace que el niño evacue pero eso no quiere decir que esté adquiriendo el hábito. De hecho cuando los padres no llegan a tiempo el niño ensucia los pañales y esto causa frustración. No está demostrado que los niños que empiecen el entrenamiento antes, adquieren antes el hábito, lo único que conseguimos es destinar más tiempo y aumentar la frustración de los padres y la angustia de los niños.
Los niños quieren y necesitan ser independientes. Si los presionamos en exceso lo único que conseguiremos es que rechacen ir al baño.